Todo lo que debe saber sobre la vista cansada

Con el paso de los años la visión de cerca empeora, dando lugar a ese problema visual llamado presbicia y que conocemos como vista cansada. Casi todo el mundo ha oído alguna vez hablar de ella. Hay que tener en cuenta que existen infinidad de mitos y dudas a su alrededor. ¿Algunas personas son más propensas que otras a padecerla? ¿Tiene solución? ¿Es lo mismo que la fatiga ocular? Resolvemos algunas cuestiones sobre este problema visual.


 

¿Qué es la presbicia o vista cansada?

Es una condición fisiológica totalmente normal que puede producirse tras alcanzar los 40 años de edad. El cristalino, que es como el zoom de una cámara que se adapta a las distancias, pierde elasticidad con los años y por tanto no puede enfocar correctamente, al igual que pasa con otras partes del cuerpo, como por ejemplo las articulaciones. Realmente no una enfermedad sino un defecto visual que forma parte del proceso de envejecimiento del ser humano y no se puede prevenir.

 

¿Es lo mismo que fatiga ocular?

No, la fatiga ocular ocurre cuando los ojos realizan demasiado esfuerzo para proporcionarnos la mejor visión posible, y acaba provocando que la vista se canse produciendo molestias visuales. Es un trastorno transitorio y puede ocurrir a cualquier edad. La fatiga visual surge en respuesta al esfuerzo muscular excesivo que hacen los ojos durante un periodo largo.

La fatiga visual se manifiesta con escozor en los ojos o quemazón. Además, los ojos suelen enrojecerse y se empieza a ver borroso. En ocasiones, aparecen dolores de cabeza, mareos o dolores cervicales.

 

¿El ordenador puede acelerar sus síntomas? 

A día de hoy, no existen estudios científicos concluyentes que relacionen directamente la exposición a las pantallas luminosas con una enfermedad orgánica en el ojo humano. Aunque si se fuerza mucho más la vista a edades más tempranas las posibilidadades de que aumente la fatiga visual de forma precoz aumentan. Hace años no se usaba con tanta frecuencia la visión cercana, pues no se usaban los télefonos móviles, ordenadores, tablets, de ahí que la vista quede más expuesta y debilitada para la aparición de otras patologías. Como recomendación general se deben hacer pausas frecuentes durante el uso de estos dispositivos.

 

¿Todo el mundo va a sufrir presbicia?

Sí, la presbicia forma parte del envejecimiento natural del cuerpo y su aparición no se puede evitar, por lo que el 100% de las personas la va a padecer, aunque unas notarán sus síntomas antes que otras. La aparición más o menos precoz de la presbicia depende de algunas características propias de cada ojo. Además, el deterioro del cristalino no es igual en todas las personas. Generalmente, los síntomas empiezan alrededor de los 40 años y se van incrementando progresivamente hasta los 65 años de edad, cuando la pérdida de enfoque de cerca es casi completa.

 

¿Es posible corregir este problema?

La mala visión que genera la presbicia se puede solucionar mediante el uso de gafas, popularmente llamadas gafas de leer o de cerca. También hay lentillas con las que volver a ver de cerca. Y si no se quiere depender de gafas o lentillas, existen diferentes técnicas quirúrgicas para corregirla, aunque la más habitual es la cirugía de cristalino o cirugía con lente intraocular multifocal. Consiste en sustituir el cristalino disfuncional por una lente intraocular multifocal con la graduación adecuada para cada ojo, de forma que corrige el defecto de visión lejana, intermedia y cercana del paciente.

 

¿Todo el mundo puede someterse a una operación?

En general, serán candidatos todas las personas que padezcan este déficit visual con o sin opacidad cristalina -es decir que hayan desarrollado o no cataratas-, y sin otras enfermedades significativas en la córnea, la retina o el nervio óptico y que deseen eliminar su dependencia de las gafas. Esta cirugía debe realizarse después de un profundo estudio para confirmar que el paciente es candidato a la operación. La operación es sencilla, no precisa hospitalización, se suele usar una anestesia tópica (gotas) y el tiempo de recuperación del paciente es habitualmente corto. Al llevar a cabo esta operación, además de corregir la presbicia, se puede minimizar otros defectos asociados existentes, como la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo y prevenir la futura aparición de cataratas.