¿Cuáles son los problemas de visión más comunes?

 

La miopía, el astigmatismo o simplemente la vista cansada, son algunas de las afecciones más comunes en la visión. Para ello, existen numerosos tratamientos que pueden corregir estos problemas, aunque lo ideal es acudir al oftalmólogo, para que pueda diagnosticar qué es lo que verdaderamente se tiene y cuál es la solución más adecuada

 

Dentro de la gran variedad de problemas que se pueden dar en la visión, los errores de refracción son los más habituales entre la ciudadanía. Los nombres más comunes por los que se conocen son: miopía, astigmatismo, hipermetropía y presbicia.

 

Habitualmente, las causas que provocan estos problemas de refracción suelen ser la longitud del globo ocular, que se puede presentar más corta o más larga, también es comú las modificaciones que puede sufrir la forma de la córnea o incluso el envejecimiento del cristalino. La gran mayoría de personas presenta una o más enfermedades de este tipo en la visión, a lo largo de su vida, sobre todo, cuando se avanza en edad.

 

En el caso de notar síntomas de miopía o de otras patologías relacionadas, lo ideal es acudir a optometristas especializados que ofrezcan un diagnóstico seguro y conciso. En este caso, visitar al oftalmólogo puede ser una de las mejores soluciones, donde atienden profesionales expertos en la materia. 

 

¿Qué se entiende por refracción?

 

El proceso de refracción ocurre cuando la luz que pasa a través de un objeto, cambia de dirección. En base a esto, la refracción se produce en la visión en el momento que los rayos de luz se desvían al pasar por el cristalino y la córnea. Esta luz se enfoca justo después sobre la retina y esta, es la que se encarga de trasnformarla en impulsos eléctricos que son enviados al cerebro mediante el nervio óptico. Una vez realizado este proceso, el cerebro interpreta los mensajes que se convierte finalmente en imágenes que se ven.

 

La refracción es uno de los problemas más comunes de la vista, pudiendo darse de varios tipos:

 

  • Miopía: Es el trastorno por el cual, los objetos que están más lejos se ven sin nitidez, algo borrosos. Esto pasa porque la luz se enfoca delante de la retina, en lugar de sobre ella, que sería el proceso habitual.

 

  • Astigmatismo: En este caso, el trastorno se produce porque el ojo no es capaz de enfocar la luz de manera pareja sobre la retina, haciendo que las imágenes se puedan ver más alargadas y borrorosas. 

 

  • Hipermetropía: Se trata del trastorno contrario a la miopía, donde los objetos lejanos se ven mejor que los cercanos. Aunque se puede dar este problema de manera más aguda y también experimentar esta borrosidad en los objetos cercanos, en el caso de que se tenga una hipermetropía más grave.

 

  • Presbicia: Se trata de un problema muy relacionado con la edad, puesto que, a medida que se va cumpliendo años, enfocar los objetos de cerca es más complicado. Esto es porque el cristalino pierde su capacidad de cambiar la forma de los objetos, de ahí que el ojo no pueda enfocarlos con claridad.

 

Diagonóstico y corrección

Para recibir un diagnóstico concreto, los especialistas en oftalmología son los que se encargarán de ofrecer todos los resultados. En Clínica Las Claras contamos con buenos profesionales y todas las herramientas necesarias para realizar el diagnóstico de cualquiera de estas enfermedades.

 

Generalmente los especialistas diagnostican los problemas al realizar un examen completo de los ojos que solo puede realizarse en clínicas oftalmológicas, donde se necesita una dilatación de las pupilas. Los síntomas con los que suelen aparecer los pacientes son la visión doble o nublada, cerrar un poco los ojos para ver, deslumbrarse con la luz, dolor de cabeza o fatiga visual entre otros. Aunque sin lugar a dudas, la visión borrosa es el síntoma más común de todas lsa enfermedades visuales. 

 

Para corregir estos problemas, dependiendo del grado que se tenga, existen diferentes soluciones. Hay algunos trastornos que se corrigen utilizando gafas especiales para el problema que se tiene o también, para aquellos que se sientas molestos con ellas, otra opción es el uso de lentillas. En cualquier caso, hay que tener en cuenta que las lentillas no siempre se pueden utilizar, puesto que para aquellas personas que tienen bastantes dioptrías, lo más recomendable so unas gafas concretas y especializadas. 

Asímismo, los problemas de refracción se pueden tratar sometiendo a los pacientes a una operación, ya que existen distintas técnicas de cirugía que remiten estos trastornos.