¿Cuándo acudir de urgencia al oftalmólogo?

Acudir de urgencias al oftalmólogo ante ciertos síntomas puede prevenir problemas oculares y de capacidad visual.

 

Las urgencias oftalmológicas son aquellas que requieren una visita inmediata al oftalmólogo para evitar consecuencias más graves.

 

Ante una pérdida aguda o brusca de visión, si se ha sufrido un traumatismo o quemadura que afecte al ojo o si de repente hay un dolor intenso o enrojecimiento de éstos, lo más conveniente es acudir a urgencias, y mejor directamente a urgencias oftalmológicas, lo antes posible. Puede parecer obvio, sin embargo, no es lo habitual y el paciente suele manipular el ojo o esperar un tiempo para ver si los síntomas remiten.

 

¿Cuándo acudir de urgencias al oftalmólogo?

Es muy importante actuar lo más rápido posible pues hay casos en los que se requiere una visita inmediata al oftalmólogo para evitar consecuencias más graves, pueden existir casos más extremos en los que se puede terminar con la pérdida de visión o del globo ocular.

 

Y es que el dolor intenso en los ojos  puede estar asociado a problemas y enfermedades que requieren de una atención inmediata que influirá en el pronóstico de la enfermedad, como un ataque de glaucoma agudo o una inflamación en el  ojo (uveítis).

 

La pérdida brusca o aguda de visión, puede estar relacionada con lo anterior o bien con desgarros o desprendimiento de retina, o con hemorragias vítreas (cuando hay sangre en el interior del ojo). Por ello, es muy importante acudir a un oftalmólogo cuando se produzca alguno de estos síntomas.

 

Prevención y cómo actuar

Compartimos una serie de casos en los que es se debe acudir al oftalmólogo pero siempre es recomendable llevar a cabo unas actuaciones inmediatas en el ojo, todas ellas tienen en común la aplicación de suero fisiológico de forma intensa pero sin manipular la zona ocular.

 

  • Ante un traumatismo ocular: ante un golpe fuerte en el ojo, es fundamental ir a urgencias lo antes posible, ya que hay que tener en cuenta que los traumatismos oculares son muy frecuentes, y una de las principales causas de la ceguera. Estos traumatismos oculares son habituales en accidentes de tráfico o como consecuencia de la práctica del deporte, debido a un impacto, que aunque no siempre se produce en el ojo, éste puede quedar afectado, y a veces puede producir una hemorragia intraocular. En cuanto a los llamados traumatismos perforantes, son heridas que se producen por alfileres, cuchillos, lápices, etcétera, que también requieren asistencia inmediata, porque en algunos casos necesitan incluso de intervención quirúrgica.

 

  • La pérdida de visión, disminución súbita de ésta o visión doble es motivo para acudir a la consulta de urgencias oftalmológicas, aunque a menudo el paciente no tenga sensación de gravedad por la ausencia de dolor o porque sólo pierde parte del campo visual. Pero hay que tener en cuenta que la pérdida de visión puede ser consecuencia de un desprendimiento de retina o de la obstrucción o rotura de un vaso de la retina que produce una hemorragia intraocular. En cuanto a la visión doble, suele deberse a que los músculos que deben mover los ojos se han paralizado debido a un traumatismo, un problema neurológico o una enfermedad cardiovascular, y por tanto también puede revestir gravedad.

 

  • Quemaduras: las más habituales son las quemaduras químicas, provocadas por una sustancia y también puede haber quemaduras térmicas. Antes de acudir a urgencias se puede realizar un lavado del ojo con agua o suero fisiológico, pero es importante que el oftalmólogo de urgencias valore si hay que administrar algún medicamento para contrarrestar el efecto. No hay que olvidar que se pueden prevenir posibles accidentes laborales en los ojos con una protección adecuada (como gafas protectoras) o proteger los ojos también del sol o la nieve para evitar quemaduras por rayos ultravioletas.

 

  • Ante un objeto extraño en el ojo, se debe aplicar suero fisiológico, y si el objeto persiste no se debe manipular el ojo, sino que hay que acudir al oftalmólogo o al servicio de urgencias, quienes utilizarán anestésicos para retirar el objeto extraño.

 

  • El ojo rojo o inflamado. La causa más frecuente de un ojo rojo es una conjuntivitis infecciosa, pero también puede significar un glaucoma agudo o una lesión de córnea o una uveítis. Pero no se descarta que pueda deberse también a un uso inadecuado de lentillas, principalmente en verano, ya que su mal uso puede inflamar la córnea, de ahí la importancia también de ponerse en tratamiento.