¿Listos para la vuelta al cole?

La época de vuelta al colegio, es el momento ideal para llevar los niños al oftalmólogo, cambia la luz, bajan las temperaturas, ya se vislumbra el otoño pero este año más que nunca a raíz de la repercusión que ha tenido el exceso de pantallas y dispositivos electrónicos durante el confinamiento.

 

Éste es el momento ideal para revisar a fondo la salud visual de los más pequeños ya que su correcto desarrollo escolar depende de un funcionamiento óptimo del sistema visual. El 80% de lo que aprenden los niños lo hacen a través de su vista; cuando nacemos nuestro sistema visual no está maduro y evoluciona de forma gradual hasta los 7 u 8 años de edad.



Desde Clínica Las Claras aconsejamos que todos los niños y adolescentes deben realizarse al menos una revisión oftalmológica completa al año. Las revisiones oftalmológicas periódicas tienen una importancia extrema en la etapa infantil. Eso sí, lo más aconsejable es que se encargue de ello un oftalmólogo pediátrico, que se ha especializado expresamente en el trato con niños y será capaz de detectar cualquier alteración de la vista.

 

No solo es esencial revisar la salud ocular infantil por las inclemencias a las que se someten los ojos de los niños en verano, sino que es muy importante que comiencen el curso con las garantías necesarias para saber que su visión es correcta. En caso de que en la revisión ocular se observe cualquier alteración, el oftalmólogo podrá plantear al tratamiento más oportuno para corregirla.

 

Las cifras tan directas y objetivas hablan por si solas; un 30% del fracaso escolar está relacionado con problemas en la visión, un 25% de los niños sufre algún problema visual como miopía, ojo vago o hipermetropía y el 50% de los niños que necesitan gafas no han sido diagnosticados. Ante estos porcentajes tan abrumadores es necesario tomar medidas, estar atentos a los síntomas y sobre todo acudir a la consulta del oftalmólogo. Los padres podemos hacer mucho por la salud visual de nuestros hijos, basta con estar atentos a las diferentes señales que nos pueden indicar que algo no funciona como debiera: dificultades para ver la pizarra o la televisión, posturas forzadas y extrañas para leer o escribir, dolores de cabeza, dolores oculares, problemas de concentración, visión doble, ojos rojos, legañas,  parpadeos excesivos, bizqueos, fotofobias.

 

La revisión que debe realizar el oftalmólogo tiene que ser muy completa; es fundamental que el niño esté  tranquilo y que confíe plenamente en el especialista. La exploración debe comenzar con una serie de preguntas a los padres (síntomas observados: posturas al leer, si han dejado de interesarle los juegos al aire libre, rechaza tareas en las que hay que fijar la vista, costumbres como horas dedicadas a tablets, consolas, ordenadores…) y al niño, con las que se podrá hacer una ligera aproximación a cómo percibe las cosas el menor. Seguidamente, el oftalmólogo realizará una serie de pruebas encaminadas a comprobar distintos parámetros, se comprueban los movimientos oculares relacionados con la lectura, se realiza un estudio de la binocularidad, con aparatos muy precisos se realiza una graduación del ojo y se hace un examen completo de la salud ocular (medida de sus radios corneales, profundidad de foco de los ojos, capacidad  de enfoque…) y habilidades de percepción relacionadas con el aprendizaje.

 

Por lo tanto, la revisión de la vista de tus hijos en la vuelta al cole es un mecanismo de prevención más que aconsejable para mantener la correcta salud visual de los niños, pues una mala salud ocular puede repercutir negativamente en el rendimiento escolar. Detectando los problemas a tiempo se ayuda significativamente en el tratamiento.